martes, 25 de agosto de 2015

El OCUPANTE




AUTORA: Sara Waters
GENERO: Terror
EDITORIAL: Anagrama
FECHA PUBLICACIÓN: 2009
PÁGINAS: 536






ARGUMENTO:

Faraday solo era un niño de 10 años  la primera vez que visitó la mansión de Hundreds Hall. Pertenecía a la adinerada familia Ayres, donde su madre trabajaba como sirvienta.

Era en verano de 1919, poco después de la guerra y les habían invitado a una gran fiesta. En aquel tiempo, la familia Ayres aún conservaba todo su dinero y opulencia. Faraday quedó impresionado por la gran mansión, tanto, que se llevó a hurtadillas un pequeño recuerdo.

Treinta años después, Faraday, ya convertido en médico, vuelve a la mansión casi por casualidad.
Pero Hundreds Hall ya no es ni mucho menos como lo recordaba, la guerra ha hecho estragos tanto en la mansión como en la economía y el ánimo de la familia Ayres.

Es llamado para atender a la sirvienta, Betty, que se queja de un dolor terrible en el estómago. Pero descubre que, no es que esté enferma, está muerta de miedo, al final le acaba confesando que cree que hay algo maligno en esa casa.

A esta primera visita, le siguen otras, ya que el hijo mayor de la familia, Roderick, tiene secuelas de la guerra e intentará tratarlo también. Pero son solo heridas físicas? O Hay algo más?

El propio Faraday será testigo de extraños sucesos, manchas en las paredes, ruidos… e intentará imponer su visión racional a los hechos.

Acabará el también por creer que algo maligno está acechando a Hundreds Hall y a la familia?


OPINIÓN PERSONAL:


Primera novela que leo de Sara Waters, y todo hay que decirlo, me ha sorprendido.

Para mi gusto, empieza un pelín lenta, pero después de varias páginas coge ritmo y ya no puedes parar de leer.

Poco a poco nos va introduciendo en la vida de la familia Ayres y su atrotinada mansión que después de la guerra, se va cayendo a pedazos.

El narrador en primera persona y principal protagonista, el doctor Faraday, un médico anodino, de clase social bastante baja, nada simpático ni agradable, más bien todo lo contrario, es un personaje bastante peculiar, con el que no lograremos congeniar demasiado en toda la novela.

Conoceremos a la familia que habita en la Gran mansión (para mi, la verdadera protagonista). La señora Ayres, que todo y haber perdido sus posesiones y dinero sigue siendo una mujer elegante, que intenta por todos los medios no perder su dignidad, que de hecho, lo único que le queda.

A los hijos Roderick (el personaje y su historia me impactaron muchos momentos) y Caroline (su hermana masculina y nada agraciada ) Los dos a su manera luchan por el Hall y para que sus vidas no acaben tan arruinadas como la gran casa donde viven.

Y com no, a Betty, la sirvienta pequeñita con los dientes torcidos a la que te dan ganas de coger y apartarla de esa casa lo antes posible.

También tengo que decir.. que el carácter de todos los personajes, es detestable, no se salva ninguno... y a veces, esto hace que te de un poco igual lo que les pase...


La ambientación, excelente, Sara Waters nos adentra en Inglaterra, después  la segunda guerra mundial y nos explica como va cambiando la vida entre las clases más adineradas, y como va resurgiendo la clase obrera, para centrarse después en la historia de la casa y de la familia que allí habita.

Nos hace imaginar con descripciones claras y nada aburridas, como era el Hall en sus épocas pomposas, con sus enormes habitaciones, sus cuadros, sus suelos de mármol y los papeles de las paredes, para llevarnos al final a su ruina total.

En cuanto a la historia que creí en principio de terror, pues floja. Los ruidos extraños, las cicatrices que aparecen en los personajes sin explicación, manchas en las paredes etc... No serán suficientes si lo que estáis buscando es pasar verdadero miedo. (Aunque he de confesar... que algún susto si me ha dado!)

En cambio, me ha encantado la parte social y psicológica. Sara nos presenta las dos versiones para unos mismos hechos, para los que creen en casas encantadas, y para los más racionales.

Intrigante y tensa también en muchas ocasiones, te hace pensar y dudar de todo, y de todos. Incluso hacia el final, creí en algún momento, que todo era una artimaña del doctor Faraday para quedarse con la mansión, con la que se ve claramente que tiene una obsesión extraña.


CONCLUSIONES:

Muy buena novela, para mi, social y psicológica, pero floja si la enfocamos como una novela de terror.
Entretenida y fácil de leer, pero hay que hacerlo con calma, saboreándola, sin prisa, pero sin pausa.


VALORACIÓN:





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